Un domingo diferente

Nota: El nombre del partido no es casual. Mi hijo me recrimina porque nunca le saco en mis historias, así que como se llama José María, decidí nombrarle, y además en mayúsculas. Espero, que si hay simpatizante de los partidos mayoritarios, no se sientan aludidos. Me había levantado tarde como cada domingo, y me preparé uno de esos desayunos que a todos nos gusta disfrutar de vez en cuando, y que no lo hacemos por falta de tiempo, por la dieta o por el colesterol. Ya sabéis a qué me refiero: dos huevos fritos con chorizo, un par de lonchas de panceta ahumada, zumo de naranja, café con tostada y un trozo de tarta de manzana. Pensé que esa ingente cantidad de calorías sería suficiente para pasar el día sin probar un bocado más. Cuando terminé de recoger la cocina, me serví otra taza de café y me fui al porche trasero, dispuesto a leer la prensa. Era mi lugar favorito para pasar las mañanas. Estaba acristalado, y en días invernales como hoy, contemplar la lluvia era r...