Examen final

Del Bien y del Mal - Patricia Boneo Al pasar por delante de l cajero automático comenzó a funcionar y comprobé que salían billetes de él. Miré a ambos lados de la calle antes de guardarme el dinero y lo achaqué a mi buena suerte . Aunque la vida me había sonreído, la sensación de bienestar nunca terminó de llegar del todo; el motivo no lo sabía, pero me daba igual, a fin de cuentas yo era el tipo con mejor estrella del mundo. Desde que tuve uso de razón, nunca hubo dolor, pesar o deseo que no hubieran sido resueltos antes siquiera de haberlo pedido. Recordé que de niño conseguía todo lo que quería, en la universidad fui el preferido de los profesores que me daban unas notas excelentes sin apenas esfuerzo, mi familia me adoraba y jamás tuve problemas laborales. Y en aquel momento, sin desearlo siquiera, había pasado por delante de un banco y los billetes cayeron a mis pies. Otro merecido premio que engrasa...