La siesta
El sueño - Pablo Picasso |
Las tres de la tarde. Los abanicos remueven el aire tras las persianas bajadas; los vecinos dormitan. Debajo de los naranjos, en los patios, solo
los más pequeños permanecen de guardia: juegan con soldados e indios cambiando la
historia a su medida o arropan a bebés de juguete, practicando para la
madurez.
Un par de horas más tarde, los vecinos se desperezarán en
sus butacas y comienza de nuevo la actividad.
En algunos lugares, el verano pone paréntesis a la vida.
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