El Destino busca destino.
Maletas - Obra de Ricardo Renedo. |
Manuel levantó la vista. De pie ante su mesa, un hombre de mediana edad esperaba ser atendido. Un escueto siéntese fue la única bienvenida ante de tomarle los datos.
—¿Cuál es su destino?
—No lo sé aún
—¿Acaso no sabe a dónde va?
—¿Dónde iría usted si pudiera?
—Pues… no sé. A bote pronto no sabría qué decir.
—Piense. Imagine que es yo y puede empezar su vida en otro
lugar.
—Quizás me decantaría por Australia. No sé, me parece un
continente por descubrir, lleno de posibilidades.
—Hecho.
— ¿Hecho? ¿Pretende vivir mi sueño?
Colocó sobre la mesa una visa platino a nombre de Manuel.
—No, pretendo que vivas el tuyo.
A veces el destino encuentra a su destinatario.
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