Una vida en fotos.




Les presentó un pariente en común en una boda y lo pasaron bien. Cuando se encontraron por primera vez a solas  y él le preguntó si podía definirse como persona,  ella sacó el móvil y le mostró su galería de fotos:  bailando, comiendo, en la playa, corriendo, durmiendo, trabajando,…
La joven sonrió esperando su respuesta. Él la miró con tristeza.
—Tú y yo tenemos poco  en común —dijo él—a mí me gusta la novela y a ti el cómic.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Un domingo diferente

Mi identidad

Cuento: Un Judío en el califato de Córdoba.